Giacomo llegó a Queens, Nueva York, y después de cinco años, tuvo la oportunidad de abrir un restaurante en Charlotte, formando parte de Carlo's Italian Restaurant. Durante 22 años, Giacomo y sus socios abrieron varios restaurantes, alimentando su pasión por la cocina y la gestión en la industria alimentaria.
Salvatore Illiano, de Torregaveta, Italia, se unió al restaurante Giacomo, aportando su experiencia en masas para pizza y condimentos para pasta. Tras emigrar a Estados Unidos en 1987, cumplió su sueño de ser dueño de un restaurante en la zona de Concord-Kannapolis, donde dirigió Romano's Pizza durante más de una década.
En 2012, Giacomo se jubiló y confió el restaurante a Salvatore y su familia, quienes desde entonces han conservado sus auténticos sabores italianos y su acogedor ambiente. Su éxito se basa en tres ingredientes secretos: un poco de amor, una pizca de felicidad y una pizca de agradecimiento, que los distinguen del resto.